Las carreras de esquí, antes conocidas como lanzamiento de kilómetros (KL), son una de las disciplinas de esquí más antiguas. Hace más de un siglo, buscadores de oro y leñadores de Norteamérica se retaban por la velocidad en las laderas de las Rocosas.
El principio del KL en sí consiste en lanzarse por una pendiente "empinada" para alcanzar la mayor velocidad pura (es decir, la velocidad más natural y espontánea lograda sin el uso de equipos o dispositivos artificiales). En este sentido, el esquí de velocidad es, junto con el paracaidismo, el deporte no motorizado más rápido. Los mejores corredores superan la velocidad de un avión en el despegue y experimentan la misma aceleración que un Fórmula 1 (de 0 a 200 km/h en menos de 6 segundos).
La disciplina se convirtió en deporte oficial con las primeras competiciones en 1930, y el primer récord de velocidad lo estableció el austriaco Gustav LANTSCHNER a 105,675 km/h, muy lejos del actual récord mundial que ostenta el italiano Ivan ORIGONE desde 2016 con una velocidad en pista de 254,958 km/h.
Durante mucho tiempo, la cuestión de la seguridad en pista frenó el desarrollo de la disciplina, pero hoy en día existe un reglamento deportivo que regula las distintas cuestiones de seguridad y equidad y que, con el tiempo, se ha convertido en una condición obligatoria, ya que se hace eco de los avances técnicos que han permitido alcanzar velocidades hasta ahora impensables. La marca de 200 km/h fue alcanzada por Steve MC KINNEY en 1978.
Dos categorías con equipamientos diferentes:
VELOCIDAD 1: Es la categoría histórica, que permite alcanzar las velocidades más altas. Su equipamiento es el más "eficiente", optimizado para la aerodinámica: un casco aerodinámico (hecho a medida, con una talla regulada), un traje hermético de plástico "0 litros", aletas para mejorar la penetración en el aire con una longitud y un peso regulados, esquís de hasta 240 cm de longitud y un peso de casi 15 kg por par para proporcionar estabilidad, y bastones estándar modificados con un peso regulado. La protección de la espalda es obligatoria.
Descenso: Esta categoría se creó en su forma actual a finales de los años 90, y es la puerta de entrada a este deporte. El equipo estándar está disponible en el mercado y es menos sofisticado que el de la velocidad 1. Los esquís de descenso clásicos miden 220 cm como máximo, un traje de descenso clásico que no sea hermético, con ropa interior debajo para limitar las quemaduras por caídas y resbalones, un casco de esquí clásico y bastones estándar. La protección de la espalda es obligatoria.
Los hermanos MONTES, Bruno y Jean-Lou, fueron los artífices de la loca idea de organizar una competición de KL en Gavarnie. Con la ayuda del personal de la estación y de la Gendarmería de Haute Montagne, empezaron a preparar la pista durante varios días, compactando la nieve sólo con los pies, ya que la pendiente era demasiado pronunciada para el material disponible en aquella época. Dos mujeres y veintiséis hombres participaron en la prueba, que resultó ser un éxito. Eso fue en 1985, y desde entonces el esquí de velocidad nunca ha abandonado la "pequeña estación" de Gavarnie-Gèdre.
Desde entonces, muchos grandes nombres han venido a probar suerte en esta pista : Cathy Breyton, plusmarquista mundial en 1983, Jacqueline Blanc en 1986, los hermanos Wilkie en 1987, Stéphane Pujo, natural de Gavarnie y campeón del mundo en 1992, los suizos A. Stump y Beat Engel, Laurent Sistach, Philippe Goitchel y otros. Ellos forjaron la reputación internacional de los Pirineos.
Hoy, son los hijos de Jean-Lou, Jimmy y Bastien MONTES, quienes continúan la aventura del esquí de velocidad en Gavarnie y en otros lugares. Miembros del equipo francés, ambos han cosechado grandes éxitos en esta disciplina, respectivamente Campeón de Francia para Jimmy (con un récord de 238,091 km/h) y Campeón del Mundo para Bastien (con un récord de 251,397 km/h).
En total, 9 de los 16 miembros del equipo francés KL son oriundos de los Pirineos, lo que se explica por el hecho de que la aventura del esquí de velocidad nunca ha cesado en Gavarnie y que, cada año, los esquiadores más jóvenes acostumbran a participar en el Challenge Quicksilver, ¡que reúne a cerca de 150 jóvenes buscadores de emociones fuertes en esta pista legendaria!
La estación de esquí de Gavarnie-Gèdre se prepara para celebrar este invierno un acontecimiento excepcional: el 40º aniversario del esquí de velocidad en la estación.Un programa rico y variado espera a los esquiadores para festejar por todo lo alto este aniversario histórico.
Gavarnie-Gèdre se prepara una vez más para acoger una competición de alto nivel que reunirá a los campeones de Francia en pruebas espectaculares. Todo el mundo estará invitado a seguir las hazañas de velocidad de estos cohetes vivientes.
El punto culminante de las celebraciones será sin duda la gran fiesta de cumpleaños, con un programa repleto de sorpresas. La velada promete ser memorable y reunirá a aficionados al esquí y fiesteros en un ambiente distendido...
Detalles e información próximamente.
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